jueves, 29 de agosto de 2013

Hola hola

Se preguntarán ¿Qué ha pasado con el Blog de Roberto? (Yo sé que no, igual les cuento).

El blog ahí ha seguido, inactivo, como en un par de ocasiones atrás en las que migro a otras actividades que me desconectan de otras. Resulta que nos dimos un tiempo, y ahora, con ganas de escribir y recuperar algunas de las actividades que me llenaban el alma, me atrevo a postear algo acá.

Entonces se preguntarán ¿Qué ha pasado con Roberto? (Yo sé que no, igual les cuento).

Resulta que entré en una etapa de prueba en la que dejé de hacer lo ya acostumbrado, por travesear en otros terrenos, cambiar los colores del arte para llenarme del gris de las empresas. Un gris no tan gris, de hecho, es un gris que tira arco iris de vez en cuando, pero regresa siempre a ser gris (Agencia de publicidad).

He de confesar que esta nueva experiencia me emociona mucho a pesar que nunca lo tuve contemplado, ya que pensaba meterle candela a la parte del teatro con las esperanzas de algún día poder vivir de ello.

Entonces entré en mis grandes conflictos acerca de lo que quiero para mi vida y sobre sí debería definir un camino o simplemente dejar que este fluya. Ustedes saben, siempre ha surgido la necesidad de plantearnos lo que queremos ser en el futuro, y a cierta edad ya tenemos nuestro norte bien marcado. Por otro lado surgen un par de cosas que nos llaman la atención pero no nos atrevemos a probar por el hecho de no coincidir con el perfil que nos hemos definido.

Para quienes no lo sabían; estudié marketing y teatro (NO COMUNICACIÓN).

Entonces, sin ganas de añorar algo, dejé que mi camino siguiera y empecé asimilar todo lo que me llegaba, procurando aprender todo lo posible y disfrutando el momento. Y ahora, me siento como de pie sobre una roca donde revientan las olas del mar, observando el horizonte y a punto de tomar mi lanchita que se va a guiar con el curso de diferentes ciclos, sin forzar unos ni despreciar otros, simplemente dejando que cada cual sea y cumpla su tiempo.

He empezado a asimilar cada etapa, a tratar de disfrutarla y sacarle el máximo provecho. Y ahorita, una vez conseguida cierta estabilidad en esta nueva etapa, siento que un par de viejas actividades, esas actividades que me llenan el alma, quieren volver; el blog, el teatro y los cuentos. Porque al final espero que mi vida esté llena de muy lindas etapas que me permitan alcanzar el mayor éxito que es la satisfacción conmigo mismo, la plenitud de mi ser y la felicidad del alma (Escucho música hippie mientras escribo esto). Soy bastante joven, habrán miles de cosas que me construirán y deconstruirán, tengo muchas ganas de experimentar, y todo esto me emociona mucho.

Y aunque sea un proceso más o menos lento, escribir en el blog es uno de los primeros pasos... Hola hola (Carita sonriente).