miércoles, 14 de enero de 2015

Las famosas metas de nuevo año

Usualmente esperamos a que inicie un ciclo para plantearnos ciertas metas que van, desde hacer dietas y hacer ejercicios, hasta mejorar ciertos hábitos y comportamientos, yo soy de esos; en Diciembre parqueo todo porque en Enero inicio full. Esto no es bueno ni malo; no es bueno porque los proyectos y metas se empiezan cuando uno tiene el impulso, el tiempo y los recursos, pero tampoco es malo porque a veces es bueno tomarse un descanso, agarrar impulso y ponerse una fecha que marque el inicio del trabajo. En fin, lo importante es empezar en algún momento y buscar la concretización de las metas.

 Pero cuando hablamos de año nuevo, metas nuevas, nos queremos prometer el universo y muchas veces se vuelven una frase dicha de los dientes para afuera, un mito perdido en el tiempo, y llegamos a Diciembre sin haber cumplido muchas de ellas
¿Por qué?

-          Lo más común es que NO iniciemos a como se debe; postergamos y postergamos tanto los proyectos personales que terminan siendo metas a cumplir en los próximos años. Aquí es clave Enero, hacernos el hábito desde este mes para irnos acostumbrando a la dinámica. Si trabajan jornadas comunes laborales, hacer huequitos para darle una miradita a esas metas, o buscar energías para hacerlo después o antes del trabajo. En todo caso, siempre es bueno tener un extra, un hobbie o motivación que les permita despejar la mente de la rutina, si es productivo, mejor.

-          El resto del año también es importante; una vez creado el hábito hay que respetarlo. Si ya establecieron un horario semanal para tratar esas metas a cumplir, respetarlo, como con las series de televisión y las misas semanales. Solo así vamos a llegar nuevamente a diciembre, ver atrás y decir “Wow, valió la pena”, si es que realmente valió la pena.

-          Creer en lo que queremos; saber que lo que deseamos es conseguible, nada pegado al cielo y que por lo tanto lo vamos a lograr. Creer que lo que quiero es lo que me va a hacer feliz, que soy capaz de lograrlo y enfocar todas las energías en ello; ley de la atracción. Y sobre todo, creer en nuestras capacidades para cumplir lo propuesto.

-          Motivación diaria; las metas usualmente traen recompensas, recompensas que deseamos mucho, el recordatorio de éstas usualmente motiva el trabajo para conseguirlas, por lo que hacer una lista y pegarla en un lado visible del cuarto puede ser buena idea, o dejarse notitas motivadoras por ahí, o imágenes de ese yo ideal disfrutando de esa recompensa anhelada (Tengo una sister que desde que entró al GYM ha photoshopeado su rostro en el cuerpo de una fisicoculturista y cada día trabaja para conseguir ese cuerpo… Lo sé, pero le ayuda).

-          Ser realistas; plantearse metas que estén en sus manos cumplirlas. El amor de su vida nunca va a caer del cielo, las ofertas de trabajo tampoco y la felicidad es tan complicada que no solo se puede desear. Considero que hay que plantearse actividades más concretas, algo que seamos nosotros quienes podamos hacerlo, como empezar a preparar comida más sana para bajar de peso, o despertarse más temprano para ir al GYM,  aplicar a todos los puestos vacantes posibles, dedicarle su tiempo a esa actividad que queremos hacer… Algo que ustedes saben que pueden hacer para así conseguir lo propuesto.

Enero aún inicia, estamos a tiempo de plantearnos las metas si no lo hemos hecho, o empezar a meterle ganas desde ya para que luego esas actividades que hacemos para conseguir lo que queremos se vuelvan simplemente parte de nuestro día a día.

Por mi parte ya tengo más o menos mi listita de metas a cumplir y ya empecé con algunas:
1. Escribir más cuentos.
2: Terminar un par de guiones pendientes.
3: Hacer más ejercicios.
4. Preparar más trabajo escénico y presentarme más seguido.
5: Mejorar mi inglés.
6: Y no dejar morir el blog.

Por el momento el blog es el reto más grande, porque a veces me quedo sin temas para escribir, pero prometo, aunque sea, escribir cualquier cosita o publicar algo más seguido para no perder la costumbre en el camino, mientras tanto me seguiré matando en el gimnasio.

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