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Tampoco me quejo, y me estreso pensando en qué hacer para mi cumple, en cómo voy a celebrar con mi familia navidad, a dónde voy a ir luego del 31 y así. Entonces ¿Por qué no dejar en paz la onda del 14 de Febrero? Imagínense sí para los cumpleaños las personas nos recordaran que estamos un paso más cerca de la muerte, o para año nuevo no restregaran en la cara todas las metas que no logramos cumplir, daría mucha pereza. Porque al final cada quién escoge la manera en la que quiere ser feliz, aunque sea momentáneamente, pero son decisiones respetables.
Sí quieren salvar al mundo hagan otro tipo de propuestas, como la de Fernando Zavaleta que invita hoy 14 a las 5 PM al Quilombo para hacer un grupo focal con mujeres y reflexionar acerca del tema del acoso callejero, porque con decir Bla bla bla odio este día no hacen nada.
Y pues, mi posición es de indiferencia frente a este día, sí, soy cursi y me gusta hacer mis cuantas cursilerías para la fecha pero también las hago otros días, porque de eso se trata, aprovechar la excusa perfecta para salir con las amigas y amigos, hacer lo que ya hacemos o empezar a hacer algo. Pero a como dije, no me interesa el día, me parece ridículo que me anden felicitando sí no es mi cumpleaños, pero tampoco pierdo mi tiempo y energías ocupándome del resto que gasta y se la pasa bien a su manera. Y bueno, casualmente hoy ando de rojo, perfumado y bien guapo, además, da la desgracias que cayó viernes y con seguridad me van a encontrar en algún bar celebrando como acostumbro a hacer la mayoría de viernes. Y pues, no se amarguen, salgan si quieren salir, sean más tolerantes, recuerden que mañana es el día internacional de la lucha contra el cáncer infantil, acepten al amor como el sentimiento líder en sus vidas y emborráchense porque hoy hay muchas promociones por ahí regadas que no merecen la pena desaprovechar sólo porque ay si, ay si, odio San Valentín.