lunes, 16 de abril de 2012

Mis amores: Bella y Tamy

Cuando se viene a mi casa, antes de que tu dedo pueda tocar el timbre, salen muy educadas a recibirte mis perritas lindas: Bella (se pronuncia Bela) mi perra Boxer mezclada con algo más, que a penas tiene un añito (o dos), y la Tamy (se pronuncia Tami) mi perrita Doberman pinscher, de 9 años. Ellas dos son la alegría de mi hogar, bueno y mi mamá también, pero de ella no quiero escribir ahorita, ¡LA AMO! volviendo a mis perritas, son muy cariñosas y si pudieran atenderte, lo harían, y yo estaría encantado de que lo hicieran porque la verdad no soy buen anfitrión.


La Bella: Es la guardiana de la casa, nadie desconocido puede entrar a la casa sin por lo menos dejar un brazo o pierna en la boca de ella. Furiosa, le ladra a los CPFs y es super fiel. Por otro lado tiene ciertos problemas de autoestima. Le teme a mis amistades. Cree que todos le van a pegar (eso no es mi culpa, a mi me la regalaron a sus 4 meses ya con esos traumas). Pero gracias a una terapia que Chachi le empezó a hacer en diciembre, ha empezado a socializar más, siempre con un poco de temor. Le gusta destruir lo que encuentra mal parqueado, también salir a pasear, asustar gente en la calle y perseguir a quienes andan en bicicleta. Come cualquier cosa, es virgen y le gusta sentirse deseada por los perros.

La Tamy: Es la alarma de la casa, su ladrido es fino. Nadie puede entrar a la casa sin sobarle la barriguita; es típico de ella correr hacia uno, acostarse boca arriba y con la patita izquierda sugerirte que le sobes la pancita mientras hace sonidos con la boca. Tamy no tiene problemas para socializar, es chic y elegante. Se cree humana, por eso su depresión al momento de sacarla a dormir al patio junto a la Bella, prefiere dormir en los sofás de la sala o de preferencia en alguno de los cuartos. Todas las mañana espera su huevo con jamón en la cocina mientras mueve un bulto que tiene por cola (hace mucho tiempo, mientras dormía bajo el carro de mi madre, un tío lo prendió, aceleró y sin percatarse que ella estaba abajo la arrolló, desde entonces se le hundió la colita y las nalgas se le vinieron para abajo). Ronca, nunca ha sido madre y se las lanza de la independiente. Le gusta dormir, no hacer nada, tomar el sol y pelear con la Bella, le esconde la comida y tira el agua al suelo. La esencia de ella me inspiró a crear a mi personaje Sofia.

Su relación: ambas perritas llevan una relación amor-odio. A la hora de compartir comida SE ODIAN, a la hora de llamar mi atención SE ODIAN, en el instante que la Bella va entrando a la sala, la Tamy LA ODIA. Pero al momento de tomarse fotos SE AMAN. Y ambas coinciden en que no les gusta bañarse.
La Tamy ha sido quien ha empezado con las riñas, pues nunca le pareció la idea de que una perra llegase a quitarla de su trono, además que otro perro significa darles igual trato, compartir su espacio y comida. De hecho hasta creo que ella es medio bruja, pues desde que ella ha estado en casa, siempre hemos querido tener otros perros pero, o se mueren o los terminan regalando, La Bella es la número 5. También hemos tenido lora, gato y ardilla, y hasta la fecha la Tamy los ha despedido a todos.

Y bueno, ellas son mis amores, mis cuchurruminas, currumpumpunas, cositas locas. Las quiero muchisimo. Son quienes eufóricas me reciben al llegar de la calle. Son mis acompañantes al momento de fumarme un cigarro por las noches o de caminar por el reparto. Me encanta hablarles, no me pelean la palabra y la comunicacion es fabulosa, basta una mirada para que yo entienda que tienen sed o quieren ir a caminar. Pero lo mas lindo es preguntarme si ¿ellas se han adaptado a mí o yo me he adaptado a ellas?


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